BOCA NUEVAMENTE EN LO MÁS ALTO DEL BÁSQUET NACIONAL

Boca y una situación ya cotidiana de los últimos tiempos: salir campeón. Primero fue la Liga Nacional, después la Supercopa y ahora fue la Copa Súper 20, en Rosario y ante un oponente de categoría como lo es La Gloria.

Si bien los primeros minutos de acción no tuvieron mucha claridad, el partido sí contó con mucha intensidad, cosa que nunca puede faltar y menos en una final. En un marco general de poco goleo, ambos equipos, principalmente Instituto, sacaron provecho de las segundas oportunidades y algunas arremetidas individuales.

A falta de 4 minutos y 47 segundos para la finalización del primer cuarto, el encuentro se vio interrumpido debido a la humedad que presentaba el rectangulo de juego. Como consecuencia del párate, el ritmo y dinamismo del enfrentamiento se vieron condicionados.

De cara al período siguiente y con una cancha con un poco más de adherencia, Boca logró ser discretamente superior a su rival. En un juego más físico y forzado que otra cosa, el Xeneize basó su leve superioridad en el lanzamiento de tres puntos, teniendo como actor principal a Thomas Cooper.

Al mismo tiempo, Instituto bajó un poco la guardia en el aspecto defensivo. Sin embargo, el elenco de Lucas Victoriano repuntó de cara al final del primer tiempo y se acercó a tan solo una posesión: 31-28, a favor del vigente campeón de la Liga Nacional. La final, hasta ese momento, fue más hablada y discutida, que jugada en sí.

La etapa complementaria traería, probablemente, los mejores momentos del partido. Boca comenzó a sentirse cómodo, llevó adelante su juego y empezó a florecer más el nivel colectivo del equipo, que el rendimiento individual de sus jugadores. Instituto, en cambio, resistió las embestidas del Xeneize.

Los dirigidos por Gonzalo Pérez eran ampliamente mejores que su rival, pero la diferencia en el marcador seguía siendo corta. Con un solo cuarto por delante, el tablero electrónico indicaba una supremacía de siete unidades por parte de Boca, 52-45. El campeón se decidía en los diez minutos finales.

Después de un cuarto donde mereció mucho más, el Xeneize se destapó definitivamente y gracias a una ráfaga anotadora impresionante (alcanzó a sacar 17 puntos de diferencia) sentenció el partido. En ese pasaje fue de suma importancia el aporte de Franco Giorgetti, que tuvo una noche más que destacada.

Cuando todo parecía ser color de rosas, Instituto no se resignó y peleó el título hasta el último segundo. Es más, el conjunto cordobés se acercó peligrosamente a un Boca que ya se percibía campeón. A pesar de los intentos de La Gloria, el Xeneize se terminó quedando con la Copa Súper 20, con un marcador final de 71-65.

Sin dudas, uno de los artifices de este momento excepcional que atraviesa el club es Gonzalo Pérez. El «Polaco» dirigió tres finales al mando del equipo, las cuales han sido ganadas por el Xeneize. Además, ha sabido liderar un plantel que no solo tiene muchisíma entrega y sacrificio, sino también una incalculable jerarquía.

Boca se adueñó del primer trofeo de la temporada y se permite soñar en grande. El Xeneize afrontará los cuartos de final de la BLC Américas, su próximo objetivo, con una confianza y determinación que roza las nubes.