2X1: UNA OFERTA DE BUEN FÚTBOL

Boca logró imponerse 2-1 ante San Lorenzo en la Bombonera y supo dar vuelta el resultado con el fútbol desplegado desde el mediocampo y la cuota goleadora uruguaya de Cavani y Merentiel. El equipo de Diego Martínez logró cambiar la dirección del viento defensivo del Ciclón con su buen juego y estar a tiro de los cuatro clasificados.

La Bombonera rugió de pasión y alegría ante la remontada de Boca en un 2-1 sumamente necesario para mantenerse con chances reales de clasificar a la siguiente ronda. Esos exultantes hinchas desde los cuatro sectores saborearon la dedicatoria final a San Lorenzo, cuya actitud defensiva reforzada con una tempranera ventaja en el marcador fue castigada con la derrota y el oprobio en las tribunas.

El xeneize mereció ganar y lo consiguió. Una maravillosa oferta que aprovecharon Diego Martínez y sus jugadores, cada vez más consustanciados con la idea de juego del entrenador. Se notó en ese desahogo del oriundo de San Miguel en un grito final que sonó a una dulce revancha de las declaraciones vertidas por Insua en la previa del partido, desde la conferencia de prensa en las oficinas de la AFA en Puerto Madero.

Boca salió a comerse a San lorenzo desde el arranque. En el primer minuto, Edinson Cavani peinó un centro que Marcos Rojo desvió con su pie para la primera de muchas intervenciones que tuvo Facundo Altamirano en el arco cuervo.

La contracara se pudo ver en la lenta salida de la zaga central de Boca. No pasaron 5 minutos para que Cristian Lema se complique y Adam Bareiro le birló la pelota para escaparse rumbo al área hasta sentir la mano del desesperado rionegrino en su hombro y dejarse caer hacia el inexorable penal cobrado por el árbitro Nazareno Arasa. El paraguayo picó la pena máxima para el 1-0 del visitante y fulminar el invicto de Leandro Brey.

Muchos en el estadio se molestaron ante la alerta de presenciar una película repetida varias veces ante el Ciclón, quien pudo aumentar la ventaja de contrataque en el cuarto de hora inicial si Cristian Ferreira hubiera aprovechado el despliegue de Agustín Giay en lugar de rematar por arriba del travesaño.

Para colmo de males, la pierna derecha de Lucas Blondel se quedó clavada en el césped de la Bombonera para terminar en el suelo con lágrimas de dolor. Esguince de rodilla con rotura del ligamento anterior rezó el parte médico posterior. Jabes Saralegui hizo su aparición en el mediocampo.

Sin embargo, Boca supo hacerse fuerte desde la adversidad inicial. Con el ancho del campo de juego bien tapado en defensa por el equipo de Insúa, el equipo boquense se inclinó por iniciar sus ataques desde el medio. Los quites quirúrgicos del Equi Fernández sumado a la calidad de Kevin Zenón y Cristian Medina.

La iniciativa azul y oro se reflejó en varias jugadas mientras el cuervo replegaba sus alas detrás de la mitad de la cancha. Una pared separada por el río Uruguay entre el entrerriano Saralegui y el salteño Cavani fue obstruida por Altamirano. El Matador mismo recibió un pase de Equi para eludir al golero que en una estirada final le tapó su definición rumbo al córner a los 29. Irala la perdió en su previa salida que Medina no pudo capitalizar en gol y Luca Langoni pifió su definición que nuevamente el 13 azulgrana tapó en dos tiempos ante la intervención de Edinson.

A los 42 llegó el merecido empate. El gol 10 para el 10. Una flecha certera al corazón defensivo sanlorencista que pasó previamente por todos los pies de mediocampo de Boca. Pase en profundidad del Equi, el toque de primera cosecha del granjero Zenón para Medina, el morenista jugó de espaldas para el control cinco estrellas de Edinson para cruzarla ante el cierre estéril del descalzo colombiano Johan Romaña y la salida de Altamirano.

Mientras la Bombonera descargaba a puro grito y Lema respiraba de los duelos perdidos con Adam Bareiro, hubo una mirada de goleador rumbo al banco de suplentes. Era la señal para que Merentiel comience el precalentamiento en el entretiempo mientras Ferreira avisaba con un remate desviado.

Con el intercambio de yoruguas, se soltó más Luca Langoni para el complemento. Un desborde por derecha deja en el camino a Malcom Braida para la zancada rumbo al área para el pase atrás que no supo capitalizar en su remate Kevin Zenón y la salvada a tiempo de Altamirano. El retroceso de cuervo se materializó cuando el perrito Barrios dejó el trayecto ofensivo por el cuidadoso Francisco Perruzzi. Si el equipo de Insúa se animaba a cruzar la cañada con la velocidad de Iván Leguizamón allí llegaba el castigo en forma de patada de Marcos Rojo, con el sacrificio de su tobillo en el camino. Nicolás Valentini, tras la gira por la selección, lo reemplazó a los pocos minutos de esa acción.

Boca comenzó a perder fuelle entre los ataques de Merentiel y los intentos del esporádico Darío Benedetto. San Lorenzo buscaba desde el banco ralentizar lo más posible el juego, incluso evitando que Equi juegue rápido en ese sector que motivó un tumulto y la expulsión del ayudante Carlos Orsi. Parecía la historia de siempre entre la larga distancia entre los merecimientos de Boca con la falta de eficacia en los metros finales.

Se consumían los minutos y llegó el grito tan deseado hasta desgañitar las cuerdas vocales, nuevamente desde la genialidad del granjero de Goya en la generación de la jugada para recibirse de maestro de obra para Boca. Una pared que supo construir con el Pipa que descargó antes de recibir el golpe cuervo. Allí encaró Zenón surcando el área y zigzagueando defensores hasta el toque final por arriba que coronó Merentiel con su definición debajo de arco para el 2-1. Todas las tribunas tremolando con su himno en la Bombonera. Gol clave para dar vuelta el resultado, por tercera vez consecutiva para Boca en su casa y dejar atrás a un rival complicado históricamente para el xeneize. Aprendió a devolver los golpes cuando le tiran la primera mano. No se cae, se levanta y lo fue a buscar, pero con la madurez necesaria para lastimar en momentos claves. Algo muy importante en estas etapas decisivas que se le viene al xeneize.

Boca se va con altura y el pecho erguido al comienzo de la Sudamericana ante Potosí. Martínez mantiene el invicto en clásicos y grita su alegría al igual que todos los hinchas. Quedan rivales directos en el futuro como Newell’s en Rosario y Estudiantes en La Plata, pero Boca se hizo presente en la etapa decisiva. Para que el rival esquivo se saque la foto del regreso como indica la canción y el merecido triunfo, no solo desde el juego sino también en lo más importante: en el resultado.

EL PODIO

– Equi Fernández (8): Muy atento para realizar el quite necesario y quirúrgico para iniciar las juagadas del xeneize. Parece muy asentado como único volante central en el esquema de Diego Martínez, encargado de la recuperación boquense y dejando más liberado a Medina. Entre sus pases filtrados, se generó la jugada del primer gol y supo dejar habilitados tanto a Edinson Cavani como al mediocampista de Moreno. Se fue reemplazado por Pol Fernández, dejando en claro que es primera opción para el once de gala de Boca.

– Edinson Cavani (8): Aparecieron los goles del uruguayo. Ya van siete en cinco partidos, presente en el marcador en las tres remontadas de Boca en la Bombonera. Definición exquisita a la jugada colectiva de primer tiempo. Una pena que solo hayan sido 45 minutos porque se lo notó en su zona de confort y desplegando la calidad que tanto esperaban los hinchas de Boca. Merentiel lo suplió en el entretiempo.

– Kevin Zenón (9): En 13 partidos no hay dudas que la camiseta le queda pintada. Una vez que el granjero enciende la cosechadora en el mediocampo, Boca no para de juntar calidad en sus silobolsas de fútbol. Toque de primera para el armado con Medina en el primer gol de Cavani y una jugada magistral en donde Merentiel nuevamente se lleva los laureles del triunfo. La única razón que no pudo coronar su actuación con un gol fue por las manos de Altamirano. Tan fundamental para la levantada de Boca como las fotografías de la Agencia Telam para embellecer nuestras crónicas.

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