ANÁLISIS: Un equipo agresivo y convencido en la búsqueda por la pelota, la recuperación alta y de agobiar a Defensa
«No se si fue el mejor partido, pero fue el más completo». Así definió Battaglia el gran partido de Boca. Fue muy agresivo en la presión, que encontró libertades para Romero y desequilibrio con Villa.
Battaglia apostó por un 433/4141 con Romero de interior izquierdo. Becaccece mantuvo su 442/4231 buscando atacar con los volantes externos y con Bou entre líneas a partir de contragolpes rápidos.
Sin la pelota, un gran trabajo de Boca para evitar que le ganaran la espalda a los volantes:
- -líneas juntas, equipo corto
- -Retrocesos de Romero con su marca
- -Coberturas cuando Romero saltaba
- -Orientar la salida hacia las bandas
Cuando Boca lograba llevar a DyJ a una banda saltaba con agresividad sobre el lateral para recuperar, achicando espacios y tapando a los posibles receptores.
Y lo más importante, la presión post-pérdida. Ante cada pérdida en campo rival los jugadores más cercanos a la pelota saltaban para recuperar, acompañados por una red de contención detrás que rodeaba tapando pases.
En los mapas de recuperaciones de los volantes de Boca (amarillo recuperaciones, verde quites, azul intercepciones), vemos la cantidad de veces que recuperaron la pelota en campo rival. Enorme partido del mediocampo.
Y desde esa recuperación alta, Boca se instaló en campo rival. El juego de Boca empezó con la recuperación constante de la pelota, especialmente en un primer tiempo con 62% de posesión, casi siempre en campo rival con los 10 jugadores de campo.
En salida, Boca fue rotando, pero mantuvo siempre un sistema que le permitió encontrar ventajas en los costados, especialmente por izquierda, donde con laterales bajos y delanteros estirando, estaba principalmente Romero abierto y libre.
El partido de Romero fue completísimo. El símbolo del equipo: sacrificio para retroceder, intensidad en la presión, calidad para jugar y manejar los tiempos. A partir de ahí Boca buscó atacar generando ventajas para Villa en su duelo con Tripichio. Y lo logró constantemente. El delantero fue desequilibrante con espacios y en el mano a mano. El equipo jugó para él y lo supo aprovechar.
Así llegó el gol, el anulado (correctamente) por el VAR y el definitivo. Villa ganando en su mano a mano, con libertad y al espacio.
Desde los costados Boca desbordaba y generaba los ataques. Y con el equipo más corto, facilitó a los volantes y defensores el acompañamiento para llegar con mucha más gente al área rival.
En el debe, el punto a mejorar, son los centros. 0/11 en centros en movimiento (había uno de Villa a Pol en el gol anulado). Boca no tiene como prioridad buscar a Benedetto en el área. Los extremos priorizan el arco, y en última opción el centro.
Ya en el segundo tiempo, a partir de la pelota, Boca siguió controlando el partido. Y ahí creció muchísimo Alan Varela. A las recuperaciones altas, le sumó la participación con la pelota, con su capacidad para perfilarse y para encontrar pases entre líneas.
Es que Varela, entre líneas, es un generador constante de ventajas. Agiliza el ritmo del juego desde controles y pases que ahorran tiempo y generan espacios. Que recupere la confianza para jugar su juego es clave
Desde ese control de pelota, desde el eje en Varela, la circulación y la tenencia que abrieron los espacios para la corrida de Ramírez, que había ingresado, para el pase genial de Romero y el golazo del 2-0.
Boca fue un equipo agresivo y convencido en la búsqueda por la pelota, por la recuperación alta. y por agobiar a DyJ. Todavía puede mejorar mucho en los metros finales para generar más situaciones desde ese dominio, pero fue un partido muy completo, como lo describió Battaglia.
