Mariano Herrón asumió su cuarto interinato con cambios tácticos

El entrenador interino volvió al trabajo en Ezeiza y prepara el equipo para el cierre del Torneo Apertura ante Tigre. Apostará por un esquema tradicional con cuatro defensores.

El técnico Mariano Herrón inició oficialmente su cuarto interinato al frente del primer equipo de Boca Juniors y trabajó este lunes en el predio de Ezeiza, enfocado en el duelo ante Tigre, que marcará el cierre de la fase regular del Torneo Apertura.

Con poco tiempo y mucho por ajustar, la primera decisión de Herrón en su regreso al banco «xeneize» fue táctica: abandonar la línea de tres centrales que utilizó Fernando Gago en el superclásico ante River y volver al esquema tradicional con cuatro defensores.

Por su parte, la dirigencia de Boca, encabezada por Juan Román Riquelme, sigue en la búsqueda del nuevo entrenador, aunque Herrón podría mantenerse hasta el final del Apertura.

El regreso al sistema habitual incluirá cambios de nombres. La idea del cuerpo técnico es apostar por un equipo más equilibrado, con la inclusión de Alan Velasco como titular en lugar de Ayrton Costa. El ex Independiente, con escasa participación desde su llegada, tendría una nueva oportunidad desde el arranque, algo que no sucede desde antes de la eliminación frente a Alianza Lima.

En defensa no habría modificaciones y la dupla central seguiría compuesta por Rodrigo Battaglia y Marcos Rojo, quien continuará como titular.

En el primer ensayo formal, Herrón paró un equipo con:
Agustín Marchesín; Luis Advíncula, Battaglia, Rojo y Lautaro Blanco;
Tomás Belmonte, Milton Delgado y Kevin Zenón;
Alan Velasco, Carlos Palacios y Miguel Merentiel.

Con poco margen de maniobra, el técnico interino busca ordenar al equipo y cerrar el torneo con una victoria, mientras se aguarda por la llegada del próximo entrenador definitivo.

Hasta el momento, Herrón dirigió ocho partidos como técnico principal, con un balance de cuatro triunfos, dos empates y dos derrotas, lo que representa una efectividad del 55,5%.

Aunque su rol siempre fue el de interino temporal, Herrón se ha convertido en una pieza clave del engranaje dirigencial. Su figura ya es sinónimo de transición cada vez que Boca necesita ganar tiempo.

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