Nuestro Ramón (perdón, es cábala)

Battaglia se bancó tantas como pocos. Y es de la casa. Y asoma ganador. Yo no encuentro semejanzas en nuestra historia…y me gusta explicar con ejemplos. Primero lean, después puteen. O al revés si quieren…

Las comparaciones son odiosas, eso ya lo sé. Si comparo alguien de Boca con cualquiera de River me van a putear de ambos lados, eso también lo sé y por experiencia propia. Ninguna de las dos afirmaciones anteriores me van a amedrentar de la verdad que vengo a traerles. No encuentro en la historia de Boca ninguna semejanza para comparar a Sebastián Battaglia en su versión entrenador, entonces me tengo que cruzar de vereda y arriesgar que veo similitudes en la carrera como técnico de quien acaba de sumar su segunda estrella con menos de 50 partidos dirigidos y… Ramón Angel Díaz.

Listo, lo dije. Si vas por acá es que te interesaron los argumentos, hayas desatado tu catarsis contra mí o no, así que de cualquier manera te los voy a dar.

Antes que nada, sepan que no hay muchos antecedentes de entrenadores surgidos de entre nuestros ídolos en cancha. Y que eso siempre fue motivo de cargada para los que no pueden digerir los éxitos de Boca. Eso le quita a Battaglia la chance de mirarse al espejo con gente del club: Marzolini? Tal vez, pero eso sería augurarle un futuro no muy próspero en continuidad en el club. Chino Benítez tal vez? Ambos arrancaron siendo casi interinos y consagrándose con el barco andando, pero Seba lo hizo con varios años menos y esta segunda Copa ya lo deja atrás. Busquen, pero no hay. Y si buscamos exitosos en serio, los más ganadores sabemos que no tuvieron historia en el club, y menos al nivel de la que tuvo Seba.

Ramón Díaz era muy joven cuando se hizo cargo de River allá por 1995, tanto que había vuelto al país para retirarse jugando y lo convencieron para que arregle el desastre que había hecho Babington en tan solo seis meses. Tuvo que esperar un año para festejar (punto para SB), pero lo hizo nada menos que alzando la Copa Libertadores. Inmediatamente después se le armó uno de los mejores River de la historia, repleto de jugadores de Selección y que avasalló con un tricampeonato local y una Supercopa. Todo hasta que llegó Bianchi a Boca y enseñó el camino de las victorias en serio.

Pero volviendo a Ramón, el destrato de la prensa, la subestimación de la opinión pública respecto de su peso real en el armado de un equipo lleno de caciques y hasta los manejos internos que criticaban por lo bajo para generar un desgaste que no hubiese soportado mucho tiempo antes de explotar de no ser por todos los títulos conseguidos. Todo eso podría subtitularse con la frase “cualquier semejanza con la situación vivida en las últimas semanas en Boca es mera coincidencia”.

Ojalá este título sea el inicio de un camino más calmo, con más gente creyendo y un apoyo incondicional a un tipo que no por nada cuenta con el bronce de ser el más ganador de la historia de Boca…y sumando. Pero si el sendero estuviera lleno de espinas donde el final lo encuentre ganador, bienvenido sea que discuta(mos) a Battaglia para que su estrella y esa tranquilidad para mirar las cosas en las buenas y en las malas nos lleve a seguir sumando alegrías.

Gonzalo Suli

Periodista. En Twitter @gonsul.

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