Cavani y un 2025 para el olvido: otra vez fuera de los concentrados por lesión

Edinson Cavani no estará entre los convocados una vez más. El delantero uruguayo de 38 años sigue sin poder dejar atrás los problemas físicos que lo tienen a maltraer desde hace más de un mes. La última vez que jugó fue el 14 de septiembre, en el empate 1-1 de Boca ante Rosario Central, el día del reencuentro con Ángel Di María en el Gigante de Arroyito. Desde entonces, su nombre solo apareció entre los concentrados frente a Newell’s, aunque ni siquiera estaba al ciento por ciento y no sumó minutos.

Desde ese momento, los partes médicos se repiten, las molestias no ceden y la recuperación parece no encontrar un punto final. Boca lo sigue esperando, pero el Matador continúa sin poder entrenarse con normalidad. Ni siquiera volvió a participar de una práctica de fútbol formal, algo que ya empieza a generar preocupación dentro del cuerpo técnico y entre los hinchas.

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La lesión que no lo suelta

El parte médico de esta semana volvió a confirmar lo que todos temían: Cavani sigue con una molestia en el psoas, el músculo que une la zona lumbar con el fémur, clave para el arranque y los cambios de ritmo. Una lesión traicionera, de difícil recuperación, sobre todo en un jugador de su edad y con una carrera tan exigente.

El delantero uruguayo arrastra ese problema desde mediados de septiembre, y cada intento de volver a entrenar a la par del grupo terminó con retrocesos. Desde el entorno del club aseguran que el cuerpo médico prefiere no apurar los tiempos, pero en la práctica lo cierto es que Boca lleva más de un mes sin su referente de área y sin demasiadas certezas sobre cuándo podrá volver.


Un año marcado por la frustración

El 2025 de Cavani es, sin dudas, un año para el olvido. Más allá de la lesión actual, el uruguayo nunca logró continuidad. Entre lesiones, recaídas y bajos rendimientos, apenas disputó 21 partidos en la temporada, con solo cuatro goles convertidos. Muy poco para un delantero de su jerarquía, que había llegado para ser la gran figura del ciclo y hoy se encuentra en el tramo más difícil desde su arribo al club.

El episodio del gol fallado ante Alianza Lima en el último minuto de aquel partido copero sigue pesando. Fue una jugada que simbolizó su año: esfuerzo, buena posición, pero sin definición. Desde entonces, todo fue cuesta arriba. Y con este nuevo parate, el Matador parece cada vez más lejos de poder cerrar el año de pie.


Qué se sabe sobre su recuperación

Desde el club mantienen el hermetismo habitual. “Va día a día”, repiten en Ezeiza. La realidad es que Cavani todavía no logra entrenarse a la par de sus compañeros y los tiempos de recuperación se estiran más de lo previsto. El cuerpo técnico no quiere arriesgarlo en las últimas fechas, sabiendo que cualquier recaída lo dejaría afuera del arranque del 2026.

En el mejor de los casos, podría volver recién en las últimas jornadas del campeonato, aunque esa posibilidad parece cada vez más lejana. Todo dependerá de cómo evolucione el dolor y si logra completar una semana de entrenamientos sin molestias.


¿Fin de ciclo o último intento?

La gran incógnita que empieza a rondar es qué pasará con Cavani en 2026. Su contrato con Boca vence y hasta ahora no hubo señales concretas de renovación. Él mismo había dicho en varias entrevistas que quería “retirarse en plenitud”, pero el presente lo encuentra en una situación difícil: sin minutos, con un físico que ya no responde igual y con la exigencia del hincha cada vez más alta.

El propio Cavani es consciente de su deuda con el club y con los simpatizantes. Por eso, su principal objetivo pasa por volver a jugar antes de que termine el año, aunque sea unos minutos, para cerrar el 2025 dentro de la cancha y no en la enfermería.

El Matador, entre el orgullo y la paciencia

A lo largo de su carrera, Cavani siempre mostró un perfil profesional intachable. Nunca bajó los brazos, ni en los momentos más complicados. Y si algo lo distingue es su perseverancia. Por eso, en Boca nadie se atreve a darlo por vencido.

Aunque el tiempo apremia y el reloj del fútbol no perdona, el Matador quiere volver a rugir. En un 2025 que le dio la espalda, su regreso —si llega— podría ser el último intento de redención con la camiseta azul y oro.

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