Analizando al próximo rival: Atlético Tucumán
El equipo de Russo y un partido importantísimo en esta Copa Argentina que puede dar un lugar en la próxima Libertadores.

Qué momento el de Boca. Ya van 9 partidos sin ganar desde aquel 2 a 0 ante Estudiantes. El Boca de Gago después de perder con Alianza en Perú, había ganado 8 de 9, pero llego River y todos sabemos lo que pasó. Ese fue el primer partido sin ganar de esta racha de 9, que se tiene que cortar si o si ante el Decano sino queremos llegar a una de sus rachas sin ganas más largas de su historia. Lo raro de esto es que la anterior y casi única fue en el ciclo Román y también con Russo. Miguel ya lleva 13 sin ganas dirigiendo a Boca sumando su anterior ciclo. Le está costando. Este miércoles tiene una gran chance, porque es los mano a mano es un técnico que crece.

¿Cómo llega el Decano? 4 de 6 para el equipo de Pusineri en este comienzo de torneo. Venció a San Martín y empató con Central Córdoba. Con Pusi lleva 4 sin perder, aunque siempre ha sido jugando de local. En Copa Argentina eliminó a All Boys. 6 triunfos, 2 empates y 7 caídas con el actual entrenador. 5 de las 6 victorias fueron de local y la del Albo fue la única en neutral. De visitante directamente ha perdido casi todos. Solo con Talleres pudo empatar.

Si vamos a las estadísticas colectivas, vemos un decano que en este comienzo anoto 2 goles y recibió 2 en 2 encuentros. No es un gran número pensando en que jugó de local ante San Martín de San Juan y un Central Córdoba que puso algunos suplentes pensando en el encuentro de Sudamericana. Promedió 9 disparos de los cuales 3.0 fueron al arco y también tuvo una media de 2.0 grandes ocasiones, de las cuales fallo solo 0.5. Su posesión promedio fue de 40%, con 198 pases completos. No pudo mantener el arco en 0.
En lo individual se puede destacar a Adrián Sánchez el ex Boca que promedia 7.5 recuperaciones, 4.5 quites, 3.5 despejes, 8.5 duelos ganados y 1.0 pases claves. Mateo Coronel es de lo más peligroso. 1 asistencia y promedio de 1.5 pases claves, 1.0 disparos, 5.0 recuperaciones, 1.5 regates y 3.5 duelos ganados. Su compañero de ataque Leandro Díaz es otro de los importantes con 1 gol, un promedio de 2.5 disparos y 6.0 duelos ganados. Damián Martínez ha sumado buenos números con 6 despejes por partido, 4 recuperaciones, 6.0 duelos ganados y 3 quites.
¿Cómo formará el equipo de Pusineri? Lo lógico sería que repita algo parecido a lo que venía haciendo. Un 4-4-2 muy marcado que entre un partido y otro solo tuvo dos cambios. Kevin Ortiz por Kevin López y Mansilla en el arco. No deberíamos tener muchas sorpresas. Mansilla; D.Martínez, Ferreira, Marcelo Ortiz, Ignacio Galvan; Auzqui, Kevin Ortiz, Adrián Sánchez, Nicola; Mateo Coronel y Leandro Díaz.

El 4-4-2 de Atlético Tucumán es una estructura sólida y compacta, que se adapta bien tanto a situaciones de posesión como a las transiciones rápidas. Lo uso en su proceso anterior y es su apuesta en este. El Decano es un club acostumbrado a este tipo de sistemas y estilo de juego. Es un equipo que suele ser muy eficiente a la hora de defender y atacar en bloque. Este esquema es bastante flexible, ya que dependiendo del rival y la situación del partido, Pusineri sabe cómo variar el enfoque. Ante un equipo como Boca será reactivo, cerrándose bien atrás, pero presionando en ocasiones buscando generar los errores. La clave de su ataque son el juego directo a Leandro Díaz y Mateo Coronel. Atlético Tucumán es muy peligroso cuando se puede escapar en contras rápidas. La clave está en no darle espacio a su rival para que el equipo se repliegue, pero cuando hay espacio, el contragolpe es letal. Aquí juegan mucho con los pelotazos largos hacia los delanteros, que están bien posicionados para ganar los duelos aéreos. Mateo Coronel y sus movimientos y diagonales, el juego directo a Leandro Diaz, la pegada de Nicola y la capacidad de ganar duelos del doble 5 son varias de las claves. La gran duda puede pasar en cómo van a marcar a Leandro Paredes, sabiendo que ese 4-4-2 no tendrá un intérprete designado para marcar al 5 de Boca y mucho menos después de lo que dijo Pusineri. El entrenador trató de minimizar la importancia de Leandro, más que nada por su posición alejada del arco rival, pero sabe muy bien que si Paredes puede pensar lo va a hacer sufrir y Boca puede crecer.









