A 40 años del “Fibronazo“: recordamos el peor momento institucional del club

Promediaba el año 84 y Boca atravesaba una de sus peores crisis económicas y deportivas. Los contratos de figuras clave como Oscar Ruggeri y Ricardo Gareca se habían complicado debido a acuerdos en dólares que el club no pudo cumplir, lo que llevó a estos jugadores a realizar una huelga. La situación se deterioró tanto que Boca se vio obligado a recurrir a futbolistas de sus divisiones inferiores, específicamente de la cuarta y quinta división, para conformar el equipo titular.

El domingo 8 de julio Boca salió a jugar en La Bombonera contra Atlanta formando con Walter Medina, Javier Franco, Manfredi, Dos Santos, Jorge Latorre, Tessone, el Flaco Fornés, Peruchena, Denny Ramírez, el Tuta Torres y Vales. El DT fue Gonzalito, mientras que el de Atlanta fue el profesor Habegger. El apoyo prometido por la barra seguramente no fue todo el incondicional que habrían imaginado Gareca, Ruggeri y compañía. Sobre todo si tenemos en cuenta que la salida de Boca al campo de juego fue acompañada con un “…esos chorros de mierda no quieren jugar, esos chorros de mierda no quieren jugar, que se vayan y no vuelvan nunca más…“.

Los pibes salieron con la camiseta tradicional, pero como el Bohemio vistió todo de azul con vivos amarillos, el árbitro Juan Bava hizo cambiar de ropa al local. Como el juego de camisetas suplentes estaba prolijamente guardado en La Candela y la utilería del estadio estaba cerrada por la huelga, se improvisó con unas camisetas blancas de entrenamiento a las que hubo que pintarles el número de la espalda con un fibrón que se utilizaba para la pizarra de las tácticas. Con el correr de los minutos la transpiración fue destiñendo los números.

El bochorno obligó a Bava aceptar que Boca use su camiseta titular en el segundo tiempo. Al minuto de arrancar el partido, Graciani abrió el marcador para el visitante. Al rato empató Dos Santos para Boca. pero finalmente fue derrotado definitivamente 1-2.