GOL DE CABEZA Y A OTRA COSA

Boca logró una victoria por la mínima ante Sportivo Trinidense tras mucho sufrimiento. Una nueva asistencia de Lautaro Blanco culminó en el cabezazo de Aaron Anselmino, quien dejó al xeneize con diez por lesión. Los tres puntos se quedaron en la Bombonera con más sufrimiento del anticipado.

El Xeneize ganó, fue al frente y a otra cosa, sentenció en su momento el Coco Basile. Quizás a Diego Martínez o a los hinchas de Boca no le haya gustado todo, todo del escueto 1-0 ante un rival inferior en la previa como Sportivo Trinidense.  Fue muy complicado, primero porque el gol se hizo esperar mucho y luego por quedarse con un jugador menos en los minutos finales donde el rival tuvo ante esa ventaja. Un equipo mixto que no terminó de plasmar esa diferencia de jerarquía requirió del ingreso de jugadores titulares claves y un certero cabezazo de Aaron Anselmino para lograr los tres puntos sudando de más en el primer partido en la Bombonera en esta Copa Sudamericana.

El Xeneize pasó por todos los estados de ánimo. Desde la confianza de sentirse superior al Triki paraguayo en los primeros minutos a la desesperación porque la apertura del marcador no llegó y con ello la paciencia del público xeneize se puso a prueba. Incluso muchos recordaron el fiasco ante Capiatá, otro desconocido equipo guaraní con los colores azul y oro que lo derrotó diez años atrás en este mismo certamen y en este mismo estadio.

Diego Martínez paró un equipo mixto que enseguida apretó las tuercas bien arriba. A los 3 minutos llegó la primera acción de peligro en los pies de Jabes Saralegui. Fueron esos primeros instantes donde Vicente Taborda supo entenderse con Edinson Cavani, donde aparecieron las intervenciones del arquero Víctor Samudio. También probó de cabeza Nicolás Valentini, pero no pudieron desviar al gol ni el oriundo de Salto, ni el retornado Nicolás Figal autopercibido como lateral derecho, quien desperdició una inmejorable oportunidad de gol a los 38 con un zurdazo que culminó desviado.

Fue un dominio absoluto de Boca durante la primera media hora con un Trinidense arrinconado en el 4-5-1 pero fallando en la puntada final. En el merecimiento de varios goles, falló en la puntada final que le permitiera abrir el dique paraguayo de contención que nunca cedió. De repente, el conjunto paraguayo se animó a desplegarse hasta el área de Chiquito Romero. Un error en la salida de Figal proporcionó un desborde de Marcos Riveros. El capitán remató y Sergio Romero, nuevamente titular en el arco de Boca, mandó al corner una pelota que se colaba por arriba tras un rebote en el 4 boquense.

Culminaron los primeros 45 minutos sin goles ni desniveles para Boca, aquejado con la falta de profundidad para modificar un resultado apremiante pensando en el primer lugar del grupo ante Fortaleza.

Llegaron las modificaciones de José Gabriel Urrúa y el visitante comenzó a ocupar espacios en el medio, mejor agrupado en defensa y buscando alguna que otra contra. Vicente Taborda comenzó a diluirse, Marcelo Saracchi nunca se animó a proyectarse del todo y la pelota no le llegaba a la dupla de delanteros uruguayos. Apenas un remate muy desviado de Mauricio Benítez indicaba que el juego se empantanaba para Boca.

Este panorama se percibió en las tribunas que mandaron a mover al equipo porque no se podía perder y este empate se recibía como una derrota. Lo que sí se movió fue el banco de suplentes. Kevin Zenón tomó las riendas como enganche y Lautaro Blanco comenzó a desbordar como lo necesitaba el equipo, mientras el peruano Luis Advíncula se posicionaba más arriba en el andarivel derecho.

La única forma de peligro del xeneize curiosamente fue una vieja fórmula del fútbol paraguayo: el juego aéreo. Nuevamente lo intentó Valentini tras un buen tiro libre de Zenón que obligó al golero Samudio a un vuelo espectacular hacia el córner. El granjero lo intentó olímpico al poco tiempo para que el 12 de la visita vuelva a lucirse ante la 12, un puñado de hinchas del Triki y la bandera antirracismo que tapó el 50% de la primera bandeja de socios. También supo detener un taco hacia la red de Cavani.

El grito sagrado llegó desde las alturas, donde las verdaderas fuerzas del cielo le sonrieron al xeneize. Un certero centro de Lautaro Blanco, acostumbrado a las asistencias milimétricas como si tuviera un guante en el pie para que Aaron Anselmino le aplique un gol doble AA de cabeza para el 1-0 en un partido con la batería baja.

 

El partido cambia en los quince minutos finales. Realizados los cambios de Benedetto y Equi reemplazando a Pol y Cavani, el central pampeano que convirtió su primer gol en apenas 9 partidos en Primera sintió un dolor en la parte posterior del muslo izquierdo al disputar una pelota con Oscar Giménez. Advíncula ocupó el lugar de Anselmino, y Saralegui se instaló como lateral derecho.

Los paraguayos se animaron con la superioridad numérica arrimándose al arco defendido por Sergio Romero. En un embrollo en el área llegó una mano del peruano ante un forcejeo con Juan Vera. El Var desde los ojos del chileno Juan Ignacio Lara le indicó la incidencia al árbitro uruguayo Gustavo Tejera quien observó la jugada en la pantalla y determinó falta en ataque.

Boca se salvó del empate en dos ocasiones más. En primera instancia, Joel Ramón conectó de cabeza a la altura del área chica y por poco no convirtió. Luego, el cordobés Tomás Rayer cayó sin poder culminar la jugada con un remate hacia la red. Así se culminó un partido trabado, complicado, cambiante, pero, se ganó y a otra cosa, sin los chiches de la juguetería denunciada por el Toto Lorenzo.

Boca sudó más de la cuenta en su primera cita como local en la Sudamericana, algo que se reiterará en todos sus compromisos. Este trabajoso 1-0 ante Trinidense es una nueva prueba de que ningún partido se gana en las vísperas. Algo a recordar en su próximo compromiso en La Plata ante Estudiantes, donde se juega su clasificación en la Copa de la Liga.

PODIO

3° Mauricio Benítez (7): Ya lo había demostrado ante Nacional Potosí en la altura. En la Bombonera supo controlar los tiempos de un medio campo que no siempre lo acompañó en sus intenciones. Ubicado en el lugar preciso para recuperar la pelota y con el pase justo. Si tuviera un mejor remate a distancia sería el 5 perfecto, un puesto fundamental para Boca.

2° Lautaro Blanco (7): Solo necesitó de 11 minutos para llegar a su sexta asistencia en Boca. Aplicando el juego directo y desbordando por la banda izquierda hizo sentir la diferencia con Marcelo Saracchi. Sigue demostrando que es el lateral que necesitaba Boca: despliegue y pases gol. Siempre cumple.

1° Aaron Anselmino (8): La pila AA que le dio energía a Boca con un certero cabezazo que abrió un partido que venía muy cerrado. Además, hizo sentir su presencia en la defensa obturando las pocas ocasiones de Trinidense. Cuesta creer que solo tenga 9 partidos en Primera División. Debió salir por una lesión en el isquitibial izquierdo. Ojalá sea leve.

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